EYE LOVE SUNGLASSES

Eyel no es solamente una marca de gafas, es también una declaración de amor por una profesión. Davide y Azzurra Attimonelli, los dos fundadores de la marca, tiene raíces profundas.

Comienza en aquel taller de Andria, en el corazón de Puglia, el abuelo fotógrafo, “porque en ese momento, después de la guerra, fueron los fotógrafos los que vendían las lentes”, explica Azzurra, contando de cómo en Eyel se encierra, unido por el hilo conductor de una gran pasión

Pasado, presente y futuro. Cada uno de los tres puntos marcados en las varillas de las gafas. Simboliza una dimensión temporal: Ayer, hoy y mañana. Un “tiempo suspendido” uniendo los sueños y las visiones de diferentes edades“.

Todo comenzó en 2013, cuando los dos hermanos de Puglia sienten la necesidad de crear un producto que trae consigo una historia. Ellos saben que una fábrica artesanal de gafas en un pequeño taller de Potenza e inician una colaboración porque en su trabajo encontraron el mismo mundo y el mismo cuidado en la producción que creció.

De varios talleres del Cadore que cesan la actividad compran un conjunto de hojas de acetato, lo cual deriva en las colecciones cápsula de 100, 200 piezas que capturan los corazones del público inmediatamente.

Desde entonces se trata de una continua investigación en el intento de mezclar tendencias clásicas y nuevas, sacar el polvo de diseños de monturas de época, jugando con materiales, experimentando con nuevas combinaciones.

Así es como nacen los modelos Carrie, Sally, Joe, Holly, Susan y otros.

Todos los nombres están inspirados en los protagonistas de las historias de amor más famosas” explica Azzurra.

De otro modo no podría verse que nuestro trabajo es sólo eso: una dedicación apasionada que escribimos desde hace más de 40 años, y que va de la mano de generación en generación. Es la pasión para construir el futuro“.